¿Debe dimitir Luis Rubiales?

¿Debe dimitir Luis Rubiales?

Fútbol Español

Luis Rubiales se ha convertido en el gran protagonista de la semana tras los incidentes que tuvieron lugar el pasado domingo, un día en el que España fue campeona del mundo por primera vez en su historia. Sin embargo, parece que este “pequeño detalle” no importa a nadie.

El Señor Rubiales hace tiempo, quizá demasiado, que no debería ser Presidente de la Federación Española. Acumula demasiados asuntos turbios que, antes o después, saldrán a la luz. Cuando un familiar denuncia a Luis Rubiales con gastar dinero de la Federación en fiestas de carácter sexual, algo raro hay. Por no hablar de los audios que se han filtrado con Sergio Ramos o Gerard Piqué. Raro, muy raro.

La chulería de Rubiales no es novedad, aunque la amplia mayoría de personas no han tenido el “placer” de conocer a este señor hasta el pasado domingo, donde no tuvo ningún reparo en agarrarse de los huevetes en el Palco, al lado de la Reina (aunque este detalle a muchos no les importará en absoluto) y representando a una figura importante de España. No contento con eso, bajó al césped más eufórico y desatado que un adolescente en su primera salida nocturna y besó a la jugadora Jenni Hermoso. En la rueda de prensa de Rubiales solo le ha faltado decir que besó a Jenni porque iba en pantalón corto. Terrible.

No soy jueza para determinar si esta acción es abuso sexual, violencia sexual o el delito que sea, pero creo que todos estamos de acuerdo que es una metedura de pata de proporciones bíblicas. Entre el espectáculo del palco y el beso, el mismo domingo tendría que haber puesto a disposición su cargo y pedir perdón público, tanto a la jugadora como al resto de aficionados por semejante bochorno.

Rubiales como arma política

Hasta aquí estamos todos de acuerdo. Rubiales es un impresentable y, como tal, no puede representar a España. Pero no ha sido suficiente para representantes políticos que han aprovechado la ocasión para ganar simpatías y votos con un blanco fácil. Es curioso que, ahora mismo, despierta más simpatía un descuartizador (Daniel Sancho) que un gañán por dar un pico en una celebración de un Mundial.

Irene Montero, como no podía ser de otro modo, se ha unido a la cacería. ¡Sí! Esa inepta que dejó en libertad a centenares de violadores y agresores sexuales, un error grosero por el que ni dimitió ni lo hubiera hecho. Eso sí, hasta los suyos la apartaron por nefasta. A mi la política me la trae al pairo, tanto como el fútbol femenino a los políticos que han atacado a Rubiales. Incluso el Presidente del Gobierno ha aprovechado la ocasión para pedir la calva de Rubiales, una intervención oficial que en muchos otros casos ha brillado por su ausencia.

Luis Rubiales, váyase y deje de contaminar la Federación. Pero no se vaya solo, detrás de ti que se unan el resto de chupópteros, garrapatas y carroñeros que viven de nuestros impuestos. Eso que cobran morteradas y que comentan en Twitter como si estuvieran en la barra de un bar. Me han sobrado opiniones y juicios de valor, precisamente aquellos que han sido emitidos por personas que la han cagado más que Rubiales, que siguen cobrando dinero público y que han convertido la política española en un circo, en el que por cierto, no faltan ni los enanos. Me quedo con el comunicado de las jugadoras de la selección. Eso es lo verdaderamente importante. El comunicado de las CAMPEONES DEL MUNDO.

Rubiales, es usted un calvo de turco.

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